Volvemos a la rutina… . Como dije en el post anterior, fueron unas fiestas preciosísimas. Disfrutamos a tope de las vacaciones, y al Nano le entró la vena «Mamitis«: solo quería estar conmigo, me llamaba por todo, me pedía continuamente cogerlo en brazos, me achuchaba hasta no poder más… .Y ahora lo echo enormemente de menos. Hoy nos levantamos más pronto de lo habitual, lo tomamos con calma, desayunó bien (¡¡por fin!!) y sí, era consciente de que íbamos al cole. El problema es que se llevó su regalo de los reyes (o como él los llamaba, «Los Magos de Papá Noel«, jajajaja). Como se portó muy bien durante estas vacaciones, los «Magos» le dejaron una nueva figurita de Minecraft (como ya sabéis, el que tenía le faltaba un brazo, y por más últimamente se desmonta y no da encajado bien. Para lo caro que es, ya les vale grrr) y un Minion (sí, también llegó por aquí la fiebre de las dichosas células amarillas :´( ). Hablé con él, le dije que lo iba a perder, que los demás niños se lo iban a quitar y que su profe se iba a enfadar mucho («La profe siempre está muy enfadada y grita mucho» me dijo el Nano… en fin). Así que, llegamos a un acuerdo: lo llevaría pero dentro de su mochilita, y que bajo ningún concepto lo sacara de ahí porque desaparecería. A ver qué pasa cuando lo vaya a buscar, porque, la verdad, no me apetece en absoluto hablar con la loca de la profe.

«Al principio de las vacaciones, el Nano pasó una mañana con sus tíos y así pudimos aprovechar para hacer los recados navideños. Aquí lo tenéis con mi «sis». Se nota que se lo pasó más que bien, no? La quiere un montón, y la tiene como un ejemplo a seguir 🙂 «

«No hubo ni un día en que le faltara mimos, besos y abrazos. En esta instantánea está con su tío, que cada vez que lo ve se vuelve loco. Lo adora!»
Por aquí ya desmonté todo y siento en parte nostalgia. ¿quién no? 😉

«Y así es como el Nano y yo recibimos el año! Ea! Ya tenéis mi careto de «orco que chupó un montón de limones» jajajaja»
Con la entrada al 2016, el Papi y yo hemos decidido mudarnos para la ciudad donde vivíamos antes y donde viven mi padre y nuestros amigos. Al Papi le sería más cómodo para ir al trabajo (que también está ahí), y no tendría que pegarse todos los días unos palizones tremendos en coche. Además, la autovía que toma es de las más peligrosas, siempre hay unos piñazos considerables en esa zona. Por mi parte, a mis alumnos de aquí les daría las clases en su casa. Se lo merecen por mostrarme tanta fidelidad y cariño, y a mi no me importaría en absoluto moverme 🙂 Me tocaría buscar nuevos alumnos, y empezar de cero. Pero, ¡qué más da! Con tal de ser feliz, como lo soy ahora, el resto ya se verá! 😉
Estaríamos cerca de mi padre y tendríamos más contacto con nuestros amigos, que cada vez que nos ven nos insisten en que nos volvamos. También podría ver más a menudo a mi tía que es un solete y que la echo de menos. Apenas nos podemos ver por la distancia.
Eso sí: recemos para que no nos toque otra profe chiflada, jajajajaja
Se puede decir que es nuestro único propósito para este año. Pedimos bien poco, eh? A ver si lo realizamos de verdad, porque ganas no me faltan! Eso sí, al Papi le entran los sudores fríos al pensar en la mudanza. Lo pasa fatal jajajaja.
Ahora toca esperar a las siguientes vacaciones que serán para el verano. (suspiro, suspiro…). Mientras disfrutaremos al máximo los festivos que va haber! … y ahora a disfrutar del Nano, que ya está en casa! 😀 😀

«De esta manera despidieron el Papi y el Nano las vacaciones. Lo dice todo, eh? (…. y no me mates por esta foto! 😉 )