Estos días ando un poco en modo reflexivo. Desde que tomamos la decisión de volver para «nuestra casa», no dejo de ver señales. Llamadme friki o paranoica, pero es bastante curioso lo que estoy viendo últimamente.
La ciudad donde vivimos, es tranquila. Nunca pasa nada. Y desde diciembre no para de salir en las noticias por cosas bastantes «valle inclanescas«.
Primero fue el bofetón que recibió el «presi» en pleno paseo electoral. A ver, que a mi ese tío no me cae para nada bien, y mis tendencias políticas no van para nada en esa dirección. Suelo encontrarme continuamente con los políticos estrellas por aquí y sinceramente, muchas veces se me hierve la sangre y me dan ganas de darles un bofetazo de los grandes por mamones. Pero no lo hago. Realmente, cuando vi las imágenes no estaba de acuerdo con lo sucedido. Aunque sea un cabrón en toda regla, no es plan.
El sábado, pasando por caja, me fijé en el señor que iba con su hija detrás nuestra. Era el vicepresidente de esta comunidad autónoma. Y obviamente, cuando lo oigo hablar en la tele me pone de mala leche. Pero ahí lo vi. Con su hija, haciendo la compra después de haber estado en un acto político. Lo vi como persona, como padre. No como político. Lo que me hace pensar, que antes de nada somos eso: personas, con nuestras cosas cotidianas, con sentimientos (aunque no lo parezca). Pensé que vaya valor tiene de hacer él mismo la compra sin escolta, sabiendo de que no son muy populares que digamos, y viendo lo que le pasó a su jefe. (eh! No os vayas a pensar que cambio de tendencia, eh? jajajaja)
«Humo por todos los lados»
Esta ciudad tiene un gran defecto, que es la celulosa que está pegada a la ría. Los olores son insoportables. En verano hay semanas que es un auténtico suplicio vivir aquí.
Se supone que la concesión terminaría y la trasladarían a otro lugar más conveniente. Se había llegado a ese acuerdo. Pues no. Hace unas semanas, el gobierno amplió la concesión para unos 60 años más. Reacción local? Declarar desde hoy al presi como «Persona non grata» en su propia ciudad natal.
La única cosa que me gusta de este sitio es su casco histórico. Es una preciosidad! Es como si pasaras a otra época, en el medioevo. Muy limpio y muy bien rehabilitado.
Pues resulta que hace un mes se declaró un incendio en uno de esos edificios históricos. Calcinado de arriba para abajo, quedando solo la estructura de piedra en pie, resultando un pegote negro entre los demás edificios. Y así quedará durante mucho tiempo.
Pasé aún el sábado por ahí, y al ver como quedó sentí como que ya se cerró esta etapa «ptv«. Como si todas estas noticias me estuvieran diciendo de que tomamos la decisión correcta. Porque mira que en todos estos años que estamos viviendo aquí, nunca pasó nada y va justo que nos decidimos a marcharnos de aquí ¡venga! ¡despiporre de noticias extrañas! ¡El Mundo today!
¿No os parece curioso?
«Peque resúmen»
Y hablando con un padre de un compi del Nano, me contó que a la profe chiflada se le está yendo últimamente la cabeza de más (que ya es decir!): se le escapó un niño de clase, puso a parir a otros padres… en fin! Que no aprendió la lección!
Por lo demás: el Nano disfrutó de lo lindo con el desfile de carnaval este sábado pasado! Jajaja Madre! Había uno de los Minions y los perseguía! Hala a correr detrás de ellos! 😥
Feliz comienzo de semana, people! A ser felices! 🙂